por David Brooks
Un equipo militar clandestino viajó al otro lado del mundo, ingresó sin autorización a tierra ajena, invadió una casa, mató a tres hombres y una mujer, hirió a otra y dejó manchada de sangre una casa con madres e hijos, en un operativo facilitado con información aparentemente extraída por métodos de tortura –todo lo cual viola leyes internacionales y nacionales– para que al final un presidente, rodeado de coros que cantaban USA, USA, proclamara victoria ante satisfechas sonrisas de su gobierno.
Leer Mas: http://www.jornada.unam.mx/2011/05/09/index.php?section=opinion&article=029o1mun
No hay comentarios:
Publicar un comentario